El testimonio Mauroense más evidente de nuestras raíces los conforman las bases en el elemento indígena representado desde antes de la conquista por la tribu Caquetia Narhuaca, pero los incidentes de la conquista determinaron su redistribución territorial, yéndose de la ahora Parroquia San Félix a establecerse en los márgenes del Río Tocuyo, en muchos otros Pueblos y en Caracas mismo. Los Narhuaca poseían un principio de organización que, superaba en gran manera la lazada por los restantes indígenas Venezolanos. Gente cordial que se convirtió en el grupo indígena más fácil de fusionarse con los europeos recién llegados.
Más tarde en 1.726, los españoles fundan Casigua, como capellanía rural. Convirtiéndose luego en el más importante pueblo de blancos que existía en la extensa región occidental de Curiana, que comprendía el espacio geográfico que ocupaba el actual estado de Falcón. En su suelo se levantaron importantes construcciones religiosas y civiles.
Su majestuosa Iglesia se comenzó a levantar en 1.759 a la invocación de la Virgen del Rosario. Otras obras arquitectónicas de gran importancia es el Balcón de Bolívar, donde el Libertador se hospedo el 20 de Diciembre de 1.826 procedente de Los Puertos de Altagracia, en su afán y lucha por conquistar la libertad. También allí, encontramos la Casa de la Constituyente, donde en su interior se firmo el documento para la Creación del estado Falcón-Zulia en 1.821 siendo Casigua la Capital.
Ya para 1.918, como fecha en la cual puede ubicarse la fundación de El Mene, (capital del Actual Municipio Mauroa: al que Pertenece la Parroquia Casigua) hasta entonces profundo valle y selva agreste, es cuando se da paso a las perforaciones mineras, cuando el taladro hincó el generoso vientre y subió el espeso betún hasta los cielos. Nació así El Mene con pobladores europeos enviados por las compañías petroleras de entonces, y comenzaron a construir bellas edificaciones en madera, como la Urb. De los Gringos, hoy llamada campo Maraven; donde se puede apreciar el arte de esta civilización. Allí mismo encontramos un poco más retirado el famoso Cementerio de los Gringos, donde permanecen hasta entonces las antiguas fosas y viejas lapidas de mármol con el nombre de los difuntos.
Con el pasar de los años la actividad minera fue menguando y muchos nativos emigraron, los gringos que quedaban se marcharon dejando aquí sus huellas y testimonio, tan solo algunos quedaron. Es así, como nace Mene de Mauroa, ahora un emporio agrícola y pecuario, mejor conocido como: “El Pueblo que sembró su Petróleo”.
